La cita era esperada. Pese a que son pocas las estrellas cine que todavía se resisten a los cantos de sirena de la televisión, todavía quedan algunas. Julia Roberts era una de ellas hasta hace bien poco. Y es que, desde que se conoció su incorporación a la serie Homecoming, la expectación de los seriéfilos era máxima.
Heidi Bergman es asistente social en Homecoming, una instalación del Grupo Geist que ayuda a los soldados veteranos a integrarse en la vida civil. Años después, cuando ha comenzado una nueva vida, un auditor del Departamento de Defensa cuestiona por qué abandonó Homecoming. Heidi comprende de inmediato que hay otra historia detrás de la que se ha contado.
Con ese argumento se presentaba en Amazon Homecoming. Sobre el papel, drama e intriga eran los ingredientes principales de la serie. Dos elementos que nos hemos encontrado en grandes dosis y gestionados con habilidad de maestro. Y es que la serie es de esas que te atrapan sin remedio alguno y en la que cada elemento funciona a la perfección. No sería descabellado empezar a hablar de uno de los mejores thrillers de la pequeña pantalla. Parece que Julia Roberts ha tenido muy buen ojo para su debut televisivo.