The Walking Dead sigue creando incógnitas. La nueva etapa de la serie ha conseguido al fin el lavado de cara que tanto tiempo llevábamos pidiendo. La ficción zombi de la AMC vuelve a funcionar y nosotros estamos de lo más felices.
Siempre hemos dicho que la gran virtud de The Walking Dead está en la tensión y el suspense. Sus mejores episodios no suele tener grandes batallas o explosiones. El acercamiento a lo humano y a sus miedos es lo que nos embriaga. También las preguntas cuyas respuestas tratamos de encontrar. Y precisamente eso es lo que nos han dado los últimos dos episodios de la serie.
Una enorme cicatriz en forma de “X” es lo que veíamos en la espalda de Michonne en un momento del episodio 9×06. La sorpresa ya era mayúscula cuando nos encontrábamos la misma marca en la espalda de Daryl. Por suerte, los creadores de la ficción ya han confirmado que no tardaremos en descubrir la explicación.