Desde su llegada a la Tierra procedente del planeta Chitón, la vida de Juan López no ha sido fácil. Con superpoderes es difícil no destacar. Poder volar, leer la mente, tener supervisión o detener un convoy del metro para que no descarrile… y regresar luego a la oficina, esforzándose en ser un tipo normal, no ha sido nada sencillo para él. O quizás sí, porque Juan no necesita más que su cruasán matinal para ser feliz… Sin embargo, algo está a punto de cambiar. La aparición en la ordenada vida de López de Luisa, un antiguo amor de instituto, va a causar estragos. Ya no es momento de pasar inadvertido. A pesar de que con ello pueda llamar la atención del malvado Skorba y de su sibilina hija, Ágata, y poner en peligro la supervivencia de su planeta de origen.
Superlópez siempre ha sido patrimonio nacional. Uno de los personajes más gloriosos de nuestras viñetas llevaba tiempo pidiendo una versión satírica del concepto de superhéroe a la altura de la leyenda. Ese siempre ha sido el espíritu del más ilustre habitante del planeta Chitón. Sin embargo, de lo que no teníamos ganas era de enfrentarnos a una parodia. Esto no es un acercamiento cómico y audaz al superhéroe, sino un mal chiste de 110 minutos.
Javier Ruiz Caldera es un director magnífico y el talento del reparto resulta incuestionable, pero puede que el rumbo tomado no haya sido el más propicio. El sensacional equilibrio de Anacleto: Agente Secreto queda olvidado en una película realmente olvidable. Una lástima.