4. Slender Man: En estos tiempos en los que el terror atraviesa tan dorado periodo, las cintas de género proliferan como setas. Desgraciadamente, la moneda tiene una cara desastrosa abanderada por películas tan sumamente malas como esta. El Creepypasta que tanto había dado que hablar mutaba en tostón plagado de lugares comunes con su salto a la gran pantalla. No creemos que provocase ni una sola pesadilla.
3. Mentes poderosas: Es el turno de uno de esos patinazos gordos. Ambiciosa, llamada a reventar taquillas, adaptación de novela adolescente, distopía… Por alguna razón, alguien entendió que un perfil de película que dejaba de funcionar hace un lustro iba a ir fetén en estos días. el resultado no podía ser otro que un desastre creativo y económico.
2. Robin Hood: Sin lugar a dudas, el mayor fracaso económico del año y uno de los más brutales de la historia. De hecho, no se gana el primer puesto en nuestra lista porque este 2018 nos hemos encontrado con una de las peores cintas que se recuerdan y a la que resulta imposible arrebatarle el título. Caos narrativo, exceso de ruido y un sinsentido este acercamiento a la leyenda de Robin Hood.
1. Un pliegue en el tiempo: No lo vimos venir. cierto es que la película no tenía muy buena pinta ya desde sus tráilers, pero nunca jamás habríamos imaginado que un filme podía llegar a ser tan sumamente malo. Inconexa, absurda, ridícula en sus diálogos, lamentable su argumento y vergonzosa en su puesta en escena. La leche de Disney resultaba descomunal. Al menos nos ofrecía algo que nunca imaginamos que pudiésemos ver: Una Oprah Winfrey de 20 metros.