Alex J. Murphy, agente de policía de Detroit, es asesinado en acto de servicio. Para acabar con la delincuencia en la ciudad, las autoridades aprueban la creación de una máquina letal, mitad robot, mitad hombre, a la que llaman RoboCop, y para fabricarla utilizan el cuerpo de Murphy. El experimento parece un éxito, pero el policía, a pesar de estar muerto, conserva la memoria y decide vengarse de sus asesinos.
Con este argumento, allá por 1987, Paul Verhoeven se sacaba de la manga una de las cintas más icónicas de la década. El sensacional director hacía de Robocop un clásico de la ciencia ficción. De hecho, todos pasamos por alto las dos lamentables secuelas que sucedieron al filme original.
Inmersa en su afán de rentabilizar la nostalgia, la industria de Hollywood daba luz verde a un reboot dirigido por José Padilha en 2014. Pese a los intentos de Joel Kinnaman por hacer funcionar el armatoste, lo cierto es que la cinta pasaba por las carteleras con más pena que gloria., de ahí que los responsables de la franquicia hayan decidido obviar el filme al lanzarse de lleno con una nueva cinta que funcionará como secuela directa de la RoboCop original.
Efectivamente, tendremos más películas de RoboCop. El propio Ed Neumeier, uno de los creadores originales del personaje, está detrás del confirmado filme de Neill Blomkamp. Pero ahí no acaba el asunto, ya que se desarrollarán varias entregas. Esperemos que esta vez la cosa salga un poco mejor…