Fue uno de los grandes nombres de la noche. Pese a no arrancar la carrera por el Oscar entre los favoritos, Rami Malek ha terminado metiéndose a todos en el bolsillo. El genial actor lograba la estatuilla gracias a su papel de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody, protagonizando un emotivo discurso que encandiló a todos los presentes. Desgraciadamente la cosa no acabó demasiado bien.
Justo después de su discurso y camino de vuelta a su asiento, el intérprete sufría un serio percance. Y es que su bajada de las escaleras terminaba de la peor forma posible: con una monumental caída. Pese a que las cámaras de la gala no lo captaron en directo, lo cierto es que Rami Malek terminaba por los suelos y atendido por los sanitarios de emergencias del Dolby Theatre de Los Ángeles. Una calamidad.
Sea como fuere, esto no pudo evitar que la noche se convirtiese en una de las más felices de la vida de este genial actor.