Hay veces que el gran público tiene comportamientos muy difíciles de entender. Igual que puede convertir en exitazo una película horripilante, su capacidad para condenar al ostracismo a una cinta realmente interesante también es digna de mención. Si no, que le pregunten a nuestro queridísimo Hugh Jackman.
Cuando el nombre del actor Australiano aparece en el cartel de una película, las salas suelen llenarse. Como mínimo, el filme en cuestión goza de cierta repercusión. Si a eso le añadimos un reparto completado por Vera Farmiga o J.K. Simmons, la ecuación ya parece perfecta. ¿Se puede pedir más? Pues Jason Reitman como director. ¿El resultado? Una sensacional cinta llamada El Candidato.
La película narra la campaña presidencial del senador estadounidense Gary Hart, que tuvo lugar en 1988, momento en el que los medios de comunicación difundieron un escandaloso romance extramatrimonial del político. Tras perder la candidatura demócrata contra Walter Mondale en 1984, Gary Hart (Jackman) hizo un regreso triunfal a la candidatura a Presidente en 1987, en un momento en que su partido estaba desesperado por arrebatarle el poder a los republicanos después de dos mandatos de Reagan. Hart tenía todo para él: inteligencia, carisma y experiencia como abogado, director de campaña y senador, sin mencionar a una Primera Dama ideal en su adorable esposa Lee (Farmiga). Pero todo comienza a desmoronarse cuando corre la voz de que Hart es un mujeriego, un rumor seguido rápidamente por informes de que ha tenido una aventura con Donna Rice (Sara Paxton).
Estamos ante un filme realmente interesante. El Candidato no se anda con remilgos a la hora de mostrar los hechos tal y como ocurrieron. La película es ambiciosa y gana. Su resultado es impecable en todos los sentidos. Desgraciadamente, El Candidato no ha sido capaz de conectar con el gran público. Una cuestión inexplicable y que ha condenado a esta magnífica película al olvido. Una pena.