La verdad es que se lo ha ganado. Pese a los horribles augurios, Alita: Ángel de combate está dando una dura batalla en carteleras. La cinta de Robert Rodríguez, lejos de convertirse en el fracaso que todos esperábamos, está consiguiendo amasar una buena cantidad de dinero en todo el mundo. Por calidad lo merecía.
Así las cosas, pese a que en estados Unidos Alita: Ángel de combate sigue en las cifras que esperaban los pesimistas (no llega a 80 millones), el resto del mundo ha reaccionado a lo grande. Así, con más de 300 millones de dólares amasados en otros mercados, la cinta ya sueña con poder superar los 450 millones finales. Cierto es que el dato no es ninguna locura para una película que costaba 170 millones (más publicidad y distribución), pero está arrojando los suficientes beneficios como para que esa anunciada secuela no suene a locura.
¿Qué nos cuenta Alita: Ángel de combate? Cuando Alita (Rosa Salazar) se despierta sin recordar quién es en un mundo futuro que no reconoce, Ido (Christoph Waltz), un médico compasivo, se da cuenta de que en algún lugar de ese caparazón de cyborg abandonado, está el corazón y alma de una mujer joven con un pasado extraordinario. Mientras Alita toma las riendas de su nueva vida y aprende a adaptarse a las peligrosas calles de Iron City, Ido tratará de protegerla de su propio pasado, mientras que su nuevo amigo Hugo (Keean Johnson) se ofrecerá, en cambio, a ayudarla a desenterrar sus recuerdos. Cuando las fuerzas mortales y corruptas que manejan la ciudad comienzan a perseguir a Alita, ella descubre una pista crucial sobre su pasado: posee habilidades de combate únicas que los que ostentan el poder querrán controlar a toda costa. Sólo manteniéndose fuera de su alcance, podrá salvar a sus amigos, a su familia y el mundo que ha aprendido a amar.