Entre la lista de dioses de las pequeñas cosas más brillantes del mundo, Noah Baumbach es uno de los más poderosos. El director lleva años haciendo cine con absoluta libertad y poniendo de manifiesto que se puede hacer cine indie toda tu vida, sean cuales sean tus actores y sean cuales sean tus tentaciones. A Baumbach le gusta lo que le gusta y eso es innegociable. Algo que alcanzaba su máxima expresión en el año 2012 con Frances Ha.
Frances, una joven de 27 años, ha decidido, a pesar de su edad, cumplir su sueño de ser bailarina en una compañía de danza de Nueva York. Vive con una amiga y disfruta de la vida con alegría y despreocupación, a pesar de que desea mucho más de lo que tiene. Una fábula moderna sobre la juventud, la amistad, la ambición, la lealtad y el optimismo.
Aquí toca estrenar un subgénero dentro del cine independiente: El cine Gerwingniano. No es para menos, ya que ese torrente de vitalidad llamado Greta Gerwing ha logrado que su aparición en cualquier película haga que esta cambie de género automáticamente. Con permiso de Lena Dunham, parece que el espíritu de Girls se hubiese concentrado en la figura de esta actriz. Arte, sueños, diversión, depresión, ilusiones y desencanto. eso es lo que hay en cada mirada de Gerwing y también en cada plano de Frances Ha.
Puede que esa arriesgada apuesta por el blanco y negro pueda espantar a alguien, pero esta mezcla entre la Nouvelle Vague y la generación Millennial bien merece dejarse seducir. Puesta en escena anacrónica para el espíritu más vanguardista.