Nota: 9,5
Veintiuna películas. Durante casi quince años, Marvel conseguía desarrollar con asombroso éxito uno de los proyectos más ambiciosos de la historia del cine. Y es que conseguir atraer y mantener la atención de millones de espectadores a lo largo de todo este tiempo parecía el sueño de un loco. De hecho, si a nosotros nos dijesen que tendríamos que esperar 21 películas para alcanzar un final, seguramente mandaríamos a paseo a cualquiera. Lo que pasa es que al final del camino estaba Vengadores: Endgame.
Cada minuto invertido en cintas del llamado Universo Cinematográfico de Marvel ha valido la pena solo por su final. La película 22 ha cerrado la Saga del Infinito de la mejor forma posible. Ninguna de las cintas anteriores de Marvel había logrado semejante nivel de humanidad, pero tampoco de épica. Vengadores: Endgame va de lo íntimo a lo grandioso sin que el salto resulte ni levemente traumático. Es capaz de emocionar al más pintado.
No nos esperábamos una película tan maravillosa, pero tampoco el recorrido por cintas anteriores del universo Marvel que se marca el filme. Tampoco sabemos si calificarlo como un homenaje a los espectadores o a sí mismos, pero la realidad es que el nivel de disfrute al que se nos lleva trasciendo lo humano y lo divino.
Cierto es que hay algunos elementos del guión que bien se podrían discutir, pero son escasos y quedan ocultos detrás de un disfrute fuera de lo normal. Vengadores: Endgame no solo es la mejor cinta de Marvel y el final que merecíamos todos, sino también la obra cumbre del cine de superhéroes.
Héctor Fernández Cachón