SPOILERS de Vengadores: Endgame
No sabemos cuántas líneas pueden escribirse de Vengadores: Endgame estos días. No es para menos, ya que estamos ante una de las cintas más importantes de la historia del cine. De hecho, no sería descabellado hablar de la más grande de todas en muchos aspectos.
Efectivamente, en Vengadores: Endgame hay mapaches que hablan, gigantes verdes, Gemas mágicas, viajes en el tiempo e infinidad de cosas fantásticas. Sin embargo, incluso en la cinta hay unas reglas del juego. Unas normas que se nos ofrecen y que, en un momento dado, parecen violarse. Hablamos del instante en el que la Nébula actual mata a la Nébula mala del pasado.
Después de muchos años viendo películas, todos imaginábamos que en ese momento concreto, la Nébula del presente debía esfumarse al matar a la Nébula del pasado, que era un mal bicho. Sin embargo, aquí entra lo que en física se denomina la Paradoja del Abuelo. La misma explica que si viajas al pasado y matas a un antepasado, no desapareces en ese instante. No afecta a tu situación presente o a tu futuro, ya que incides en una realidad completamente distinta a la tuya.
De esta forma, la que muere es la Nébula de la realidad en la que Thanos descubre lo que harán los Vengadores en el futuro y viaja al mismo, no nuestra Nébula rehabilitada para las fuerzas del bien del presente.