Las grandes estrellas musicales de las últimas décadas se están convirtiendo en una mina de oro para Hollywood. Aprovechándose de auténtico iconos y de esas dosis de nostalgia que tanto gustan en la industria, cintas como Bohemian Rhapsody o Rocketman llenan las salas de cine de todo el planeta. Sin embargo, la película centrada en la figura de Elton John es notablemente superior a la de Freddie Mercury y Queen.
El pasado otoño, Bohemian Rhapsody aterrizaba en las carteleras para convertirse en un fenómeno realmente sorprendente. El filme lo petaba de forma descomunal entre el gran público, hasta el punto de que ese impulso la catapultaba a hacerse con cuatro Oscars. Lo curioso es que la cinta no iba muy allá. Blanca, poco arriesgada, lejana a la realidad de la figura de Freddie Mercury y con un protagonista solvente, pero demasiado centrado en la imitación. Así se desarrollaba una película que ocultaba esos elementos detrás de la música de Queen. Y es que las canciones de la banda son auténticos himnos capaces de pasarte por encima.
Así las cosas, Rocketman se plantaba en las salas rodeada de gran expectación. Pese a resultar un éxito, la cinta ni se ha acercado al fenómeno de Bohemian Rhapsody. Obviamente, la música de Elton John es sensacional, pero no alcanza el nivel de fama de Queen. Ese es el único punto flaco de la película, porque en todo lo demás se lleva por delante sin miramiento al filme de Bryan Singer.
No hay ni pizca de condescendencia ni remilgos a la hora de acercarse a la figura de Elton John. Taron Egerton se sale interpretando a la estrella, pero también a la persona es sus momentos de más intimidad. Una película de estrellas y fantasmas, cargada de colorido y números musicales sensacionales. Rocketman es una maravilla de las que ya no se hacen.
Ahora sólo sin llorar