Estamos ante uno de los casos más curiosos del cine moderno. Cuando uno escucha el nombre de Christopher Nolan, automáticamente le viene a la cabeza la figura de uno de los mejores directores del planeta. el británico ha conseguido algo al alcance de muy pocos: filmar superproducciones de descomunal calidad. La crítica está rendida a sus pies y el público siente adoración por unos trabajos dotados de singular profundidad, pero parece que el tema de los premios se le resiste.
Pese a que parezca asombroso, Christopher Nolan solo tiene una nominación al Oscar a mejor director (Dunkerque) y otra a Guión Original (Memento). El responsable de la descomunal trilogía de Batman, Inception o Interestellar se encuentra repetidamente con la indiferencia de la Academia de Hollywood, lo que ya está empezando a molestar de sobremanera a sus legiones de defensores. No es de extrañar, ya que pocas veces nos habíamos encontrado con un topo con semejante facilidad para convertir en superproducciones ideas absolutamente brillantes y profundas, ejecutadas con maestría.
Este año, el bueno de Nolan está preparando un nuevo filme que huele que alimenta. Un thriller de espionaje cargado de acción y titulado Tenet . ¿Comenzará a brindarse el respeto merecido a Christopher Nolan?