El clásico entre los clásicos rodajes malditos. La saga a la que nadie quiere acercarse ni por error. Y es que no queremos ponernos en modo Iker Jiménez, pero hay que reconocer que resulta complicado no pensar que lo de Poltergeist va más allá d la mera coincidencia.
Cuando Tom Hopper estaba rodando esta película producida por Steven Spielberg, debió darse cuenta de que algo no marchaba bien. Los decorados se quemaban sin explicación, los objetos desaparecían y el equipo se ponía cada vez más nervioso. Probablemente un trabajador cabreado o cleptómano fuera la cusa de todo esto, pero no rompamos el clima. Menos explicación tiene que la actriz Dominique Dunne, que interpretaba a la hermana mayor de Carol Anne fuese asesinada al finalizar el rodaje.
Así las cosas, cuando Brian Gibson decidía afrontar el rodaje de la segunda entrega de la cinta cuatro años después, pocos eran los que querían embarcarse en el proyecto. El rumor de la maldición espantaba a los más supersticiosos, pero no a los actores Will Sampson (el curandero) y Julian Beck (el sacerdote). Ambos pagaban su descaro con prematuras y repentinas muertes nada más terminar el rodaje.Pero ahí no acaba la leyenda negra de Poltergeist.
La pequeña Heather O´Rourke empezaba a notar dolores estomacales durante el rodaje de Poltergeist III. Nada más terminar el rodaje, como no podía ser de otra manera, la pequeña actriz que interpretaba a Carol Anne fallecía con solo 12 años. Una sucesión de coincidencias, si. Pero trabajad vosotros en Poltergeist IV si os atrevéis.