Es bastante probable que hayamos sido demasiado severos con él. La segunda trilogía de Star Wars desarrollada por George Lucas quedaba lejos de funcionar bien. Salvo contadas excepciones, las películas resultaban de lo más decepcionantes. Muchos eran los elementos que no funcionaban en la trilogías, pero a todos nos daba por cogerle ojeriza al pobre Hayden Christensen. El joven actor veía como un desastroso guión y la imposible empresa de estar a la altura de un icono como Darth Vader le pasaban factura. Si a eso le añadíamos que él tampoco es que estuviese muy fino, el resultado no podía ser otro más que el odio de los fans.
A pesar de todo ello, el bueno de Christensen se plantaba en la pasado Star Wars Celebration como uno de los grandes atractivos del evento. Los fans respondía positivamente ante un tipo que se mostraba más que amable y muy receptivo ante temas escabrosos. De hecho, uno de los fans se atrevía a preguntarle su opinión sobre aquella infame línea de diálogo de El ataque de los clones en el que Anakin afirmaba frente a Padmé “no me gusta la arena. Es gruesa, irritante y se mete en todas partes”.
Efectivamente, lo que George Lucas decidió escribir era un desastre, pero Hayden Christensen se lo toma todo con mucha filsofía: “Bueno, ya sabes, no es muy delicada. No se queda en un único sitio, así que no soy un gran fan, aunque si conduce al agua puedo tolerarla. Pero Anakin es de un planeta desértico así que entiendo su desprecio hacia ella“.
Bien salvada la situación, Hayden.