Estaba llamada a convertirse en la nueva Novia de América. Con Anatomía de Grey en lo más alto, Katherine Heigl decidía redoblar la apuesta. La actriz abandonaba la serie en busca de nuevos horizontes. Una ambiciosa apuesta que no salía según todos esperábamos. Algo no funcionaba con la rubia actriz.
Dicen las malas lenguas (y las buenas) que esta chica es imposible. Trabajar con ella resulta de lo más complicado por su difícil carácter, lo que le ha ido cerrando una puerta tras otra. Así hasta llegar a estos días. Katherine Heigl se ha dado cuenta de que necesitaba algo para cambiar la tendencia. Así, la actriz ha dejado atrás su famosa melena rubia para ofrecernos un look totalmente diferente de cara a FireflyLane, la serie de Netflix en la que la veremos muy pronto. Heigl luce de lo más cambiada en busca de una nueva oportunidad. Esperemos que haya aprendido de errores pasados.