Era la apuesta más ambiciosa de la historia de Netflix. En su afán por crecer cada día más, Netflix decidía poner 90 millones de dólares en las manos de David Ayer para rodar Bright. Con un reparto liderado por Will Smith y Joel Edgerton, la cinta se presentaba como una clara apuesta por hacerse con el favor de crítica y público, pero el estreno no resultaba como cabía esperar. La crítica machacaba al filme, lo que provocaba ciertos temores en el seno de Netflix. Afortunadamente, la audiencia venía a rescatar a Bright.
Tal y como afirmaban en Netflix, el filme se convertía en el mayor éxito de visionados de la historia de la plataforma durante la primera semana, al menos hasta ese entonces. Así, no es de extrañar que Netflix no tardase en confirmar que habría una segunda entrega de Bright, con sus dos protagonistas.
Marzo de 2019 era la fecha anunciada para el comienzo de la filmación de Bright 2, lo que no ha llegado a producirse. El apretado calendario de Will Smith se ha convertido en todo un problema, hasta el punto de que el rodaje se ha aplazado de forma indefinida. A eso se une el hecho de que la carrera en la gran pantalla de Will Smith parece haber resucitado, por lo que el actor no tiene ninguna prisa por volver a Netflix. Pintan feas las cosas.