Han tenido que pasar cuatro años para conocer la auténtica realidad. Cuando se estrenó Star Wars: El despertar de la Fuerza, muchas de las miradas estaban puestas en la figura de George Lucas. El padre de la saga había dejado todo en manos de Disney, viendo como J.J. Abrams se encargaba, por vez primera, de una cinta de la saga intergaláctica en la que él no estaba implicado.
Por aquellos días todos mantenían las apariencias. Cierto es que meses después, el viejo George Lucas empezaría a irse de la lengua gravemente contra Disney, pero en aquel entonces se intentaba mantener una apariencia de unidad. Una imagen que, de puertas para dentro, era muy diferente.
Bob Iger, el CEO de Disney, ha sido el encargado de explicar lo que realmente ocurrió por allí. En su libro, el pez gordo de la compañía del ratón relata el primer visionado de Star Wars: El despertar de la Fuerza que vivió junto a Lucas y la reacción de este. “Se sintió profundamente decepcionado y dijo que no veía nada nuevo”, relata Iger en su libro. Y es que, al parecer, a George Lucas no le gustó nada la apuesta de Star Wars: El despertar de la Fuerza, lo que no ocultó.
Realmente Star Wars: El despertar de la Fuerza fue un copy & paste de Star Wars: episodio IV – una nueva esperanza, un remake por asi decirlo
No os peleeis fenomenos que vakeis mucho