En la oscura y futurística ciudad neo-victoriana de Burge, una serie de sucesos harán que la fantasía negra se mezcle con la realidad. Burge se ha convertido en un refugio para las criaturas de fantasía que han huido de sus respectivos mundos asolados por la guerra. Pero todo se complicará cuando un peligroso asesino en serie comience a dar caza a los no humanos. El inspector de la policía Rycroft Philostrate (Bloom) será el encargado de investigar el último caso: el asesinato de una bailarina. y aunque el inspector trate de no involucrarse personalmente en el caso, pronto descubrirá que no es fácil separar los sentimientos del trabajo.
Desde hace muchos meses esperábamos ansiosos la llegada de Carnival Row. La serie se presentaba como uno de los proyectos más ambiciosos jamás firmados por Amazon Prime Video. Para más inri, la apuesta por Orlando Bloom y Cara Delevigne al frente era toda una declaración de intenciones. ¿Funciona? Pues casi.
A Carnival Row le falta poco para ser una gran serie. La mitología de la apuesta empantana en algunos momentos, lastrando el resultado final. El espectáculo visual es interesante, hasta el punto de arrollarnos en algún momento. Pero el gran defecto de Carnival Row es no dedicar el tiempo suficiente a la construcción de la intriga que tiene que articularlo todo. Así, una ficción que parecía nacida para arrasar termina quedándose a las puertas de conseguir algo realmente grande. Se disfruta, pero no es legendaria.