Acaba de arrancar, pro ya ha demostrado que tiene tela. Al final de la octava temporada todos pensábamos que The Walking Dead estaba dando sus últimos coletazos. La ficción zombi de la AMC ya no sorprendía y había perdido toda capacidad de sorpresa. Para colmo, el anuncio de la partida de Rick al comienzo de la novena temporada prometía ser la puntilla. Sin embargo, las cosas empezaban a cambiar para bien.
The Walking Dead se marcaba una novena temporada enorme. La serie lograba reinventarse y ofrecernos una tanda de episodios inolvidable. El trabajo coral de nuestros protagonistas y la irrupción de unos villanos tan temibles como los Susurradores eran la clave. Nuevos aires tras una elipsis de 6 años.
Así las cosas, las esperanzas depositadas por millones de fans en la temporada 10 eran muchas. Unas expectativas que, a día de hoy, están siendo colmadas al completo. De hecho, la crítica la califica como la mejor temporada de la historia de la ficción, al menos hasta el momento. Con un 92% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes, mucho tendría que torcerse la cosa para que no siga todo el mundo enamorado de una etapa que ha arrancado como un torbellino.