Hacía tiempo que no se veía nada igual. En la HBO son expertos en noquearnos a base de calidad. De sobra saben todos los seriéfilos que se trata de sello de garantía inconfundible. Sus producciones nunca empiezan arrasando, pero el boca-oreja las convierte en eventos imprescindibles. Algo que parece haber empezado a ocurrir con Watchmen.
La libre adaptación de las viñetas de Alan Moore y Dave Gibbons ha entrado por la puerta grande. Con un debut que congregaba 1,5 millones de espectadores, la cifra se convertía en toda una alegría para la compañía. Cierto es que parece un chiste al lado de las decenas de millones de visualizaciones de las grandes apuestas de Netflix, pero esto funciona de otro modo. Entre otras cosas, porque la política de emisión de capítulos es de uno a la semana.
Teniendo en cuenta que Juego de Tronos lograba 2,2 millones de espectadores en su primer episodio y Westworld seducía a 3,3 millones marcando récord, el dato de Watchmen invita realmente al optimismo. No se veía nada parecido desde 2016 y encima las críticas son excelentes. Pinta bien el asunto.