Con semejantes dosis de encanto y carisma, es increíble que a Emilia Clarke sigan sin salirle bien las cosas. Pese a que todos adoramos a Daenerys Targaryen (aunque al final se le fuese la pinza), la realidad es que cada vez que Emilia Clarke se deja caer por una pantalla de cine, la cosa se salda con una decepción notable y un fracaso épico. Las oportunidades mas allá de Juego de Tronos quedaban en nada, a pesar de contar con proyectos tan jugosos como los de Terminator Génesis o Han Solo: Una historia de Star Wars. Ni una a derechas.
Así las cosas, nuestra querida Emilia Clarke volvía a intentarlo con una cinta que tenía toda la pinta de petarlo. No en vano se ponía a las órdenes de Paul Feig (La boda de mi mejor amiga), todo un maestro de la comedia, en Last Christmas, un filme en el que compartía protagonismo con Emma Thompson. La cosa pintaba bien, pero se ha ido al garete.
Con un 60% de valoraciones negativas en RottentTomatoes, lo cierto es que todo se ha puesto realmente feo. Emilia Clarke suma un nuevo chasco a una carrera que no parece despegar ni a tiros. Una lástima.