Que magníficos fueron los años noventa… Parece que es una cuestión de nostalgia más que otra cosa, pero la realidad es bien distinta. Por aquellos días nos encontrábamos con puñados de filmes gloriosos e inolvidables, como todos sabemos de sobra. SIn embargo, un género consiguió lucir por encima del resto: La acción.
El Presidente de los EE.UU., James Marshall (Harrison Ford), regresa de un viaje oficial a Rusia a bordo del Boing 747 Presidencial, el famoso Air Force One. Un grupo terrorista ruso se apodera del avión y toma como rehenes a la familia y a los miembros del equipo presidencial.
Pese a no ser una de esas películas aclamadas por la crítica, lo cierto es que a Air Force One no se le puede poner ni un pero. La película de 1997 no tenía aspiración alguna más que hacer que lo pasásemos en grande, lo que lograba con creces. Harrison Ford repartiendo estopa como presidente de Estados Unidos, Gary Oldman cual terrorista ruso y Glenn Close para aderezar todo el asunto. Si con esto no te emocionas, es que estás vacío por dentro.
Si eres de esos cinéfilos irremediablemente enamorados del cine de acción, Air Force One es una de esas películas que nunca decepciona.