Eso de pasarse la vida entre zombis no está pagado… o si. Desde hace unos cuantos añitos, los protagonistas de The Walking Dead han conseguido hacerse un lugar de honor en los hogares de todo el planeta. La fiebre zombi se extiende a pasos agigantados. Y es que la ficción de la AMC es una de las series más exitosas de la actualidad. La fama de Rick, Daryl y compañía está lejos de toda duda. Ellos son los dos rostros más visibles de una plantilla de actores que, sin embargo, siempre ha tenido un salario muy por debajo de lo que se suele ver en televisión.
Hasta la temporada sexta, los salarios de Andrew Lincoln (Rick) y Norman Reedus (Daryl) eran de 80.000 y 100.000 respectivamente. Esa circunstancia cambiaba radicalmente de cara a la séptima temporada, cuando pasaban a 618.000 en el caso de Lincoln y a 550.000 en el caso de Reedus. De hecho, el sheriff cobrará más de un millón por cada una de las tres películas que rodará para la AMC en la piel del personaje. Sin embargo, algunos de sus compañeros trabajo todavía siguen esperando ese salto de calidad.
Danai Gurira (Michonne), Lauren Cohan (Maggie) y Melissa McBride (Carol) se mueven en cantidades de entre 30.000 y 60.000 dólares por episodio. En esas cifras oscilaba también Chandler Riggs (Carl). Y es que nadie se puede comparar al sheriff y al chico de la ballesta.