Este tipo nos encanta. Adam Driver es, sin duda, uno de los actores más talentosos y carismáticos de los últimos años. El tipo luce esplendoroso en cualquier papel, lo que queda más claro que nunca al verle, con pocos días de diferencia, protagonizando una superproducción como Star Wars: El ascenso de Skywalker y una película de Oscar del calibre de Historia de un matrimonio. Eso sí, de lo que nadie tiene tampoco dudas es de que se trata de un hombre algo extraño.
Se encontraba en plena entrevista con Terry Gross para el programa Fresh Air. En un momento dado se hacía una pequeña pausa para emitir un corte de Historia de un matrimonio. En ese preciso instante, Adam Driver se levantaba y ponía pies en polvorosa ante la estupefacción de los presentes. ¿La razón? Pues no muchos la entendían en ese momento.
Adam Driver no ve sus trabajos. El actor detesta enfrentarse a sí mismo y a sus resultados interpretativos, por lo que en el momento en el que escucho el fragmento de Historia de un matrimonio, Driver decidió que la cosa había terminado, dejando con tres palmos de narices a los responsables de un programa que declaraban estar profundamente decepcionados por la decisión del actor.