Fue todo un trauma, pero podría haber sido muchísimo peor. Con Vengadores: Endgame, en el Universo Cinematográfico de Marvel decidían tomar una difícil decisión: Acabar con la vida de Iron Man. Sin lugar a dudas, el Tony Stark de Robert Downey Jr. había sido el gran pilar de la compañía durante más de una década de éxitos, por lo que el momento preciso de su despedida era objeto de múltiples debates.
En una reciente entrevista concedida a Insider, los responsables de los efectos especiales de la película confesaban la primera idea que pusieron sobre la mesa para el instante posterior a que Iron Man chasquease los dedos, acabando con Thanos y sus huestes. Un momento que iba a resultar mucho más crudo. Demasiado, de hecho.
“La idea era que la energía de las gemas había destrozado parte del cuerpo de Stark, lo que se habría notado especialmente en el rostro. Era una versión parecida a Dos Caras, donde se apreciaban los tendones o los dientes de esa parte del rostro. Sin embargo, fue finalmente descartada ya que el momento debía ser poderoso por otras razones y no asquearte, de modo que apostamos por otra afectación sobre la figura de Tony”.
Efectivamente, no parece que la cruda idea fuese demasiado adecuada para el final de un icono adorado por el público como Iron Man. Además, Disney nunca habría permitido semejante “locura”.