Han sido 22 películas realmente exitosas. Desde que Marvel arrancase con su plan de diseñar un entramado de películas, lo cierto es que la compañía ha ido saltando de un exitazo en otro. Más de una década arrasando a lo bestia. Eso sí, durante estos años también nos hemos encontrado con excepciones a la regla. En Marvel también han sido capaces de hacer películas realmente flojas y Thor: El mundo oscuro es el mejor ejemplo de ello.
Thor lucha por restablecer el orden en el cosmos, pero una antigua raza liderada por el vengativo Malekith regresa con el propósito de volver a sumir el universo en la oscuridad. Se trata de un villano con el que ni siquiera Odín y Asgard se atreven a enfrentarse; por esa razón, Thor tendrá que emprender un viaje muy peligroso, durante el cual se reunirá con Jane Foster y la obligará a sacrificarlo todo para salvar el mundo.
Pese a que Thor es uno de nuestros personajes favoritos, la película de 2013 quedó muy lejos del nivel que cabría esperar. Sin llegar a ser un completo desastre, estamos ante la cinta más floja del UCM. Su historia roza el ridículo, tratando de vestirnos de “giro descomunal” cualquier chorrada. Por si no fuese suficiente, la película lucía un tono estético demodé. Menos mal que estaba Loki para darle un poco de gracia al asunto.
Por suerte, Thor: Ragnarok irrumpiría años después para rescatar y elevar a los altares la saga monográfica del dios del trueno.