Hace unos días ya empezábamos a preocuparnos. Tras arrancar el 2020 con la pobrísima nueva versión de La Maldición, después del batacazo épico en taquilla de Underwater y con la crítica machacando Otra vuelta de tuerca, ahora hay nueva víctima en el terror del año. Hablamos de una de las cintas en las que más esperanzas se habían depositado: Gretel y Hansel.
El cuento de los hermanos Grimm siempre tuvo una carga de oscuridad fuera de lo normal. Era solo cuestión de tiempo que una versión salvaje y terrorífica de la historia viese la luz. El director Oz Perkins (hijo de Anthony Perkins) es el responsable de Gretel y Hansel, una película protagonizada por Sophia Ellis y Alice Krige. Un filme que llegará a nuestros cines el próximo 17 de abril, pero que ya ha aterrizado en suelo americano con decepción mayúscula. Un 45% de valoraciones negativas, el público dándole la espalda y una recaudación de 6 millones de dólares en su debut. Triste hoja de presentación para una película que prometía terror a raudales.
¿De qué va Gretel y Hansel? En Baviera, a principios del siglo XIV, Gretel y Hansel, de 13 y 12 años respectivamente, viven en la miseria más absoluta. Su padre murió hace años y su madre ahora está casada con un malvado hombre. Debido a la falta de recursos y al creciente miedo que les produce su padrastro, Gretel y Hansel deciden huir del pueblo en busca de un futuro mejor. En el bosque se encuentran con varias personas que, de una forma u otra, intentan aprovecharse de ellos. Huyendo de unos y otros, conocen a un amigable cazador que por fin les indica cual es el camino seguro a seguir. Así, los dos hermanos llegan a la cabaña de Holda, una simpática mujer que decide acogerlos. Al principio disfrutan de la abundancia de comida y los juegos, pero pronto se dan cuenta de algo no acaba de encajar. Lo que Gretel y Hansel no pueden imaginarse es que en esa cabaña tendrán que enfrentarse a sus peores miedos si quieren sobrevivir.