Hay veces que la vida genera compañeros de viaje tan extraños como estos dos. Pensar en unir a Brian de Palma y Bruce Springsteen suena de lo más extraño. Director y músico no parecían dos figuras con tendencia a entenderse, pero la pieza que resultó allá por 1984 es una de las más emblemáticas del Boss.
Simulación de concierto para esa puñetera maravilla titulada Dancing in the Dark. En un momento dado, Springsteen sube al escenario a “anónima” jovencita que se encuentra en primera fila. Ambos bailan juntos. ¿Y quién es la chica? Pues una todavía desconocida Courtney Cox. Atentos, porque es todo un puntazo.