Estaba llamado a ser la nueva estrella del cine. Joseph Gordon-Levitt, el chico de ojos achinados y sonrisa encantadora lo tenía todo para arrasar. El joven de Beethoven (1992) o la serie Rosseane iba llenando su filmografía de grandes proyectos con el paso de los años. Así, (500) Días juntos se convertía en su salto definitivo. Atrás quedaban geniales películas, pero la extravagante comedia romántica era la que lo cambiaba todo.
A partir de ahí, de éxito en éxito. Origen, Lincoln, Looper… Incluso se convertía en el Robin de El Caballero Oscuro: La leyenda renace. A tal punto llegaba su popularidad que el bueno de Joseph se lanzaba a la dirección en la interesante Don Jon. Nadie imaginaba que después llegaría el averno y un peligroso olvido.
En el año 2015, Joseph Gordon-Levitt protagonizaba Snowden, la cinta centrada en la figura de Edward Snowden. También El desafío. Desde entonces, una desaparición más que extraña y de más de tres años para un tipo llamado a marcar época. Su ambicionada cinta de Sandman y un par de proyectos más se antojan oportunidades que no debería dejar pasar el actor, ya que Hollywood es capaz de olvidarte a la misma velocidad en que te encumbra. Veremos si es solo una larga mala racha o el fin de una estrella prometedora.
No entiendo si busca otro camino como la produccion o direccion de proyectos filmicos