Diez días confinados. Un tiempo más que prudencial para empezar a conocer a esa persona que está a nuestro lado todo el día: nosotros mismos. Hoy no hemos podido resistirnos a indagar dentro de nuestros corazones. Amores y desamores; filias y fobias; ilusiones y tormentos. Todos ahí, en nuestro pecho. En el lugar Donde viven los monstruos.
Cuando Max, un niño desobediente, es enviado a la cama sin cenar, se zambulle en un mundo imaginario creado por él y que está poblado por feroces criaturas que le obedecen ciegamente. La adaptación que Spike Jonze se marca del cuento de Maurice Sendak es brillante y dolorosa. Mirada de niño a los ojos de adultos. Difícil mantenerla sin ruborizarse.