Puede que su nombre nunca alcanzase una descomunal repercusión dentro de la industria del cine, pero su rostro era uno de esos que todo cinéfilo reconocía al instante. Billy Zane, : El hombre que se las hacía pasar canutas a Leo DiCaprio y Kaye Winslet en Titanic debe seguir en el fondo del helado mar. No se explica de otra forma que un actor con una meteórica carrera desde Regreso al Futuro hasta Tombstone desapareciese de la noche a la mañana. Su nombre aparece acreditado desde entonces en decenas de películas que probablemente no haya visto absolutamente nadie.
Y es que, como le ha ocurrido a muchos actores, Billy Zane no ha sabido dirigir bien sus carreras. En momentos en los que el panorama estaba un poco complicado, el intérprete decidía apostar por la cantidad en vez de por la calidad. Así, Zane se iba enrolando en proyectos de bajo nivel, encasillándose en fetiche de películas de discutible calidad. Hablar de serie B es poco decir…
Poco a poco, Billy Zane ha ido entrando en una espiral de la que es imposible salir. Ya ningún director importante o estudio de cierto peso apuesta por un tipo que apuntaba a convertirse en una de las grandes estrellas del cine. Una pena.