Será que son demasiadas grandes propuestas, será que la oferta es desmesurada o será que no tenemos la amplitud de miras suficiente, pero es imperdonable que se nos escapen series del calibre de Manhunt: Unabomber.
En el año 2017, Discovery Channel lanzaba una ficción centrada en uno de los asesinos en serie más conocidos de la historia de Estados Unidos. Hablamos de Ted Kacynski, más conocido como Unabomber. La caza de este “fantasma” tuvo en jaque al FBI durante décadas. Un camino a ciegas narrado por esta maravilla.
Desde su cabaña remota en las montañas de Montana, entre los años 1978 y 1995, el matemático y terrorista Theodore Kaczynski (Paul Bettany), apodado “Unabomber”, envió por carta 16 bombas a diferentes objetivos, como protesta por la sociedad moderna industrializada y la destrucción de la naturaleza. Las bombas de Kaczynski mataron a tres personas e hirieron a otras 23. El agente del FBI Jim Fitzgerald (Sam Worthington), experto criminalista y en perfiles criminales, intentará desvelar la identidad de asesino. Un manifiesto escrito por el terrorista y enviado al The New York Times será clave para ahondar en su perturbada mente a partir del lenguaje y las expresiones que utiliza.
Manhunt: Unabomber es francamente audaz. La serie nos mueve por dos momentos cronológicos diferentes, trazando la obsesión de un tipo por cazar a otro hombre con el que guarda descomunales paralelismos emocionales. Con una estética arrolladora y un Paul Bettany glorioso, la serie se convierte en un análisis profundo y sin complejos de un tipo que puso en jaque a la sociedad americana durante mucho tiempo. LA mirada a Kacynski es tan arriesgada que nos arrolla. Sensacional serie que ahora se puede ver en Netflix y que se antoja parada imprescindible para cualquier seriéfilo.