Hablar hoy del universo Star Wars es referirse a la saga más exitosa de la historia del cine. Allá por 1978, el bueno de George Lucas se sacaba de la manga una cinta que vendría a cambiar el cine tal y como hoy lo conocemos. El fenómeno generado alrededor de la cinta, los millones de enfermizos fans (nosotros somos un ejemplo) y las otras seis películas rodadas a partir de Star Wars: Una nueva esperanza no son más que un puñado de ejemplos de las dimensiones alcanzadas. De hecho, casi cuarenta años después seguimos enganchados a una saga que podría convertir a su esperada séptima entrega en la más taquillera de todas. Por todo eso cuesta creer que casi cuatro décadas atrás George Lucas tenía un plan por si la cosa no funcionaba. Antes del estreno de Star Wars: Una nueva esperanza, el director no las tenía todas consigo. El proyecto era ambicioso, pero faltaba por ver la recepción de público y crítica. Ante esta situación y teniendo en cuenta que la película no cerraba la historia, Lucas tenía su plan alternativo.
Star Wars: El ojo de la mente. Ese era el título de la película de bajo presupuesto que se habría convertido en secuela de la original y que habría cerrado la historia. Narrada casi en su totalidad en un planeta lleno de niebla y aprovechando los escenarios ya construidos para la primera entrega, la película tomaba caminos bastante lejanos a la trama que conocemos. Elementos como la relación amorosa de unos Luke y Leia que no serían hermanos.
En la cinta, Luke acompañaría a la princesa Leia a una reunión diplomática en el cuarto planeta de la estrella Circarpo Mayor. Sin embargo, una tempestad de energía les obligaría a aterrizar en el inexplorado planeta Mimban. Allí conocerían a una hechicera poseedora de un fragmento del Cristal de Kaibur, un talismán legendario con poderes extraordinarios. Juntos, lucharían por conseguir reunir los fragmentos del cristal y acabar con las minas de energía que las fuerzas imperiales han instalado en el planeta. Sería el fin definitivo del Imperio.
Pese a que la historia oficial tomó los caminos que ya conocemos, la historia de la secuela alternativa se publicaría en forma de novela gráfica bajo el título de “Star Wars: El ojo de la Mente“. Así pues, la historia completa está al alcance de todos los curiosos.
Estaba al alcance, porque la novela está completamente descatalogada. Incluso se dice que George Lucas vetó cualquier tipo de reedición