Es el suyo un nombre no demasiado conocido entre el gran público, pero su obra es inigualable. No tendremos vidas suficientes para agradecerle a John McTiernan su sensacional trayectoria tras las cámaras. Y es que pocos han llevado tan magistralmente el pulso del cine de acción como él. Un maestro cuya carrera quedaba herida de muerte de forma prematura por los problemas con la justicia.
Para los que todavía no conozcan el nombre de este señor, conviene decir que en poco más de cuatro años dirigió Predator, Jungla de Cristal y La caza del octubre rojo. Era la segunda mitad de la década de los 80 y todo apuntaba a que había director para rato. De hecho, pese a algunos altibajos, los siguientes años tampoco fueron nada despreciables. Puede que el último gran héroe o Rollerball no funcionasen tal y como se esperaba, pero Jungla de Cristal III, El secreto de Thomas Crown, El guerrero nº 13 o Basic lo compensaban todo. Lo que no imaginábamos es que esta última, filmada en 2003 y con solo 53 años, sería la última película de su carrera.
En el año 2006, John McTiernan se veía involucrado en el caso Pellicano. Al parecer, el director habría sido uno de los que contrataron al investigador privado Anthony Pellicano para interceptar líneas telefónicas de actores y productores de Hollywood. tras haber mentido al FBI, McTiernan terminaba cumpliendo casi un año de prisión y con una reputación realmente dañada que le ha impedido volver a dirigir en estos últimos 15 años. Toda una pena.