No son tiempos de gran originalidad, pero hay cosas que funcionan. Si un género se escapa de la quema a lo largo de estos últimos tiempos ese es el terror. Cintas como No respires, La Bruja, It Follows, Hereditary o las dos entregas de Expediente Warren se convertían en piezas imprescindibles para los millones de fans de los sustos. Una lista en la que debería estar La autopsia de Jane Doe, joya descomunal del género y que no generaba la repercusión merecida.
El dueño de una funeraria de una pequeña localidad recibe el cadáver de la víctima de un misterioso crimen, una bella joven que no tiene ninguna causa aparente de muerte. Con esa inquietante premisa se presenta La autopsia de Jane Doe, una cinta de esas que te clavan en la butaca y que te causan sudores fríos. Emile Hirsch y Brian Cox protagonizan una parada imprescindible de la cartelera del fin de semana. Prepárate para pasarlas canutas.
La autopsia de Jane Doe es una de esas películas que va ganándose el aplauso unánime de la crítica y el público allá por donde pasa, pero que luego cae en el olvido de forma incomprensible. Nadie dudaba en calificarla como la mejor película de terror de los próximos tiempos, ya que las dosis de tensión ofrecidas por el filme no admiten comparación. Lástima que muchos se despistasen después de su estreno a principios de 2017.
Afortunadamente estamos nosotros aquí para recordaros que La autopsia de Jane Doe es de esas películas que, si todavía no has visto, deberías correr a disfrutar.
El comentarista exagera bastante. Se trata de un convencional producto de terror que poco o nada aporta al género. Entretiene al principio pero hacia la mitad del metraje pierde mucho fuelle y termina sin pena ni gloria.