Ya sabemos que el público sale por donde uno menos se lo espera. Últimamente estamos asistiendo al nacimiento de fenómenos con los que nadie contaba. A pesar de las decenas de estrenos imponentes que nos regalan las plataformas de streaming, de vez en cuando nos encontramos con cosas como que una película de terror española lanzada en 2002 puede petarlo. Si no, que le pregunten a Paco Plaza y su El segundo nombre.
Una mañana, Theodore Logan, respetado y exitoso empresario, conduce su coche hasta un apartado bosque donde inexplicablemente pone fin a su vida. Daniella Logan, su hija de veinticinco años, comienza a partir de entonces a reconstruir los últimos días de la vida de su padre, a la búsqueda de una respuesta, de una pista, de algo que le permita comprender por qué. La búsqueda de Daniella le acerca a la figura de un hombre distinto al que ella conoció; se esfuma el rastro de padre amante, de hombre sacrificado y bueno que dedicó su vida a hacer feliz a su hija, y en su lugar aparece ante la nueva mirada de su hija un hombre despiadado, cruel y peligroso.
Paco Plaza, responsable de REC o Verónica era el responsable de un filme que, contra todo pronóstico, arrasa en Netflix. Si todavía no eres de los que se han dejado caer en sus redes, al loro con esta pildorita de muestra.