Creímos que nunca iba a llegar el momento. Después de casi cuatro meses de sequía, el cine vuelve a nuestras vidas. A lo largo de las próximas semanas, las salas de todo el país irán abriendo progresivamente para acercarnos a lo que se ha venido a llamar “nueva normalidad”. Efectivamente, las cosas serán bien distintas a lo que recordamos, con medidas de seguridad excepcionales y con las que tiene pinta de que viviremos una buena temporada.
¿Qué es lo que nos encontraremos entonces? Pues, tal y como ha publicado ya el Ministerio de Sanidad, el gel hidroalcohólico será obligatorio a la entrada de los establecimientos, así como las mascarillas para empleados y usuarios. Eso sí, se las podrá retirar uno para comer en sala. Otra de las medidas será la de la obligación de respeto de la distancia mínima en todo el local, que se extenderá a la propia sala. Eso sí, con la excepción de personas convivientes. Todo ello en salas de meno aforo, como se hace evidente.
La venta online de entradas se fomentará de forma especial, así como el uso de tarjetas sin contacto. De igual modo, se instalarán mamparas con la intención de evitar el contacto entre clientes y trabajadores. Para evitar aglomeraciones, las sesiones estarán más espaciadas. Medidas todas estas fundamentales para la seguridad y que funcionarán durante todo el verano como mínimo. Vuelve el cine y la emoción se nos dispara.