Que se preparen los más nostálgicos, porque La Mosca volverá a revolotear por la gran pantalla. Desde que David Cronenberg se marcase su sensacional adaptación del relato de George Langelaan, incontables son los cinéfilos que han tomado a La Mosca como uno de sus filmes de culto. De hecho, ya existía una versión anterior de 1958 dirigida por Kurt Newman con resultados bastante satisfactorios.
Un científico se utiliza a sí mismo como cobaya en la realización de un complejo experimento de teletransportación. La prueba es un éxito, pero empieza a sufrir unos extraños cambios en su cuerpo. Al mismo tiempo, descubre que dentro de la cápsula donde realizó el experimento con él se introdujo una mosca. ¿Todavía no os suena? ¿Y si os decimos que el científico en cuestión tenía el rostro de Jeff Goldblum y que acaba luciendo un look de lo más grimoso?
Siguiendo la tónica habitual en esta Hollywood carente de ideas, la tormenta de remakes, reboots y secuelas que asola a la meca del cine ya ha alcanzado al filme. El director J.D Dillard (Sleight) es el elegido para ponerse al frente de un filme que pretende volver a tirar de nostalgia para llenar las salas. Cierto es que con la compra de Fox por parte de Disney todo se ralentizaba, pero todo apunta a que estamos ante uno de esos proyectos que se salvarán de la cancelación por parte de la compañía del ratón.
Yo os cuento la historia actualizada a los nuevos remakes:
Una mujer negra se transforma en un hombre blanco, por tanto un violador y maltratador de extrema derecha
Excelente resumen