El mundo sigue siendo un lugar extraño. La pandemia mundial del coronavirus parece lejos de controlarse. De hecho, cada día vivimos un nuevo récord de contagiados. A estas alturas todos esperábamos haber dejado atrás la terrible crisis, pero la cosa sigue pintando oscura.
Con las primeras semanas de pandemia, allá por el mes de marzo, todos los grandes estrenos retrasaban sus fechas de lanzamiento, incluyendo Sin tiempo para morir, la película número 25 de James Bond. El filme pasaba del 2 de abril a 12 de noviembre, lo que suponía unas pérdidas cercanas a los 40 millones de dólares por los gastos en publicidad ya realizados. Sin embargo, no parece que otoño garantice seguridad alguna. Lógico que haya consecuencias ya.
Tal y como se ha filtrado, sin tiempo para morir podría anunciar pronto un nuevo retraso que la mandaría directa a verano de 2021. El filme de despedida de Daniel Craig como 007 es demasiado caro y ambicioso. No suena bien eso de jugársela de nuevo.
Así las cosas, seguimos pendientes de que el mundo recupere una cierta normalidad y que todos podamos volver al cine de igual manera. Desgraciadamente no pinta que vaya a ser así a corto o medio plazo.