Nunca entendimos por qué se la recibió de forma tan horrible. Un 71% de valoraciones negativas. Con semejante precedente, nadie esperaba que Venom fuese un éxito, pero lo cierto es que la cinta ha conseguido unos datos de recaudación sencillamente impresionantes. El público soberano ha emitido su veredicto y este ha sido bien claro: Venom ha gustado muchísimo.
¿Por qué Venom ha entrado tan mal entre la prensa especializada? ¿Por qué se defenestraba la propuesta de tal forma? Hay que empezar reconociendo que la película tiene algunos elementos demasiado pobres, como la evolución de Venom en su relación con Eddie Brock, los aires de película de superhéroes pasada de moda o el escaso desarrollo de algunos personajes. Venom es obviamente imperfecta, pero lo compensa todo con creces gracias al divertimento que propone.
Tras una primera mitad de película reprobable, la segunda mitad de Venom se convierte en un ejercicio de entretenimiento difícilmente comparable. La relación entre el simbionte y Eddie Brock es de puro descacharre. Para colmo, Tom Hardy está brutal. A medida que gamberrismo y violencia empiezan a imponerse, Venom gana altura. La suficiente como para perder de vista algunos agujeros narrativos.
Puede que Venom no sea una obra maestra, pero resulta divertida a lo bestia. Somos auténticos fans de esta oda al entretenimiento que llega a la parrilla de Netflix esta misma semana (25 de julio). Cita imprescindible para los que no la hayan visto y para los que quieran volver a pasar un buen rato.