Lejos de cesar, el conflicto no hace más que aumentar. El truculento divorcio entre Johnny Depp y Amber Heard ha llegado a los juzgados. Después de que la actriz presentase la demanda de divorcio hace cuatro años, todo saltaba por los aires. Heard declaraba ante el juez que había sido sometida a varios episodios de violencia doméstica por parte del actor. Estos habrían sido tanto de carácter físico, como psicológico, lo que Heard sustentaba en un importante cardenal lucido en su cara.
Ahora la guerra se ha recrudecido. El diario británico The Sun llamaba a Johnny Depp “pegaesposas”, ante lo que el actor reaccionaba con una demanda por difamación. Ante esta situación, el juez llamaba a declarar a Amber Heard, buscando esclarecer si el diario había faltado a la verdad. Ni más, ni menos que 14 declaraciones de maltrato se ha encontrado Johnny Depp delante, con su exmujer lanzando durísimas declaraciones, tal y como acaba de saberse.
“Tenía miedo de que acabase matándome de forma intencionada o por perder el control. Me amenazó con ello muchas veces, especialmente en los últimos tiempos de nuestra relación”. Solo un pequeño fragmento de las auténticas barbaridades narradas por una mujer que describía su situación como de “aislamiento ante un tipo controlador, celoso e intimidante”. Terrible.