Harry Dalton (Pierce Brosnan), un prestigioso vulcanólogo (todavía afectado por la muerte de su esposa en la erupción del monte Pinatubo), detecta una peligrosa actividad sísmica y avisa de una posible erupción en las cercanías de Dante’s Peak, un tranquilo pueblecito del Noroeste coronado por un inmenso volcán apagado. Pero nadie da crédito a sus avisos hasta que ya es demasiado tarde. El volcán entra en erupción y la población, dominada por el pánico intenta huir. Harry intentará escapar con la alcaldesa (Linda Hamilton) y sus hijos.
Corría el año 1997. Roger Donaldson venía de haber sido injustamente tratado con su acercamiento a la ciencia-ficción de Species (Especie Mortal), por lo que estaba ávido de un buen éxito. Y es que el sensacional director de joyas como Motín a bordo o No hay salida venía de pasar una racha regulera. Así, en unos tiempos en los que el cine de catástrofes entraba como el agua, el director reclutaba al mismísimo Pierce Brosnan para arrasar las taquilla con una buena erupción volcánica en Un pueblo llamado Dante´s Peak.
Los resultados de taquilla no eran nada buenos, como tampoco la crítica. Y es que los 178 millones amasados se antojaban escaso botín para un filme cuya inversión ascendía a los 116 millones. Sin embargo, es que el que no se lo haya pasado bien con Pierce Brosnan, Linda Hamilton y su puñetero volcán, está vacío por dentro. Trepidante, divertida y con un ritmo endiabaldo, Un pueblo llamado Dante´s Peak es de esas cintas que merecen una reivindicación en toda regla.
muito bom esse artigo parabéns