La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Ante situaciones como estas, empezamos a pensar que la descomunal proliferación de series televisivas en plataformas de streaming no siempre es algo bueno. Y es que es tal la oferta, que aveces pasan desapercibidas ficciones que realmente valen la pena. High Fidelity es uno de los mejores ejemplos de ello.
Una fan de la música y la cultura pop regenta una tienda de discos en Brooklyn. Nueva adaptación de la novela de Nick Hornby High Fidelity pero ambientada en Nueva York y que ya nos ofrecía una versión cinematográfica sensacional. Sin embargo, la serie protagonizada por Zoë Kravitz no tenía nada que envidiarle. Una genial sátira social que entraba como el agua, pero que Hulu acaba de llevarse por delante.
Tras una enorme primera temporada, High Fidelity dice adiós, lo que ha generado que sus incondicionales monten en cólera. La sensación es que el ruido provocado por otras series de mayor presupuesto, pero infinitamente peores, ha provocado que pocos escuchen los pasos de una ficción televisiva que rozaba lo brillante. Una auténtica pena.