Vale que adoremos a Sly y que encontremos algún tipo de encanto en todo lo que hace, pero tampoco vamos a negar que tiene un buen puñado de películas malas en su carrera. Y es que la acción no siempre es un género agradecido. Lo mismo te sale una maravilla, que un desastre legendario. Si a ello le sumamos algún que otra mala racha y pérdida de estatus en la industria, el resultado son unos buenos patinazos.
Sin embargo, la peor experiencia de Sylvester Stallone en el cine llegó en un género bien distinto al que nos tiene habituados. Nuestro queridísimo Sly estaba harto de tanto repartir leña, por lo que decidió probar suerte con una comedia de discutible calidad titulada ¡Alto! o mi madre dispara. La pareja formada con Estelle Getty será siempre recordada como una de las peores y más extrañas de los años 90.
“Hice algunas películas verdaderamente malas pero esta fue la peor. Si en alguna ocasión necesitáis que alguien confiese un asesinato, tan solo sentadlo a ver la película. Confesará todo en 15 minutos.”, confesaba el propio intérprete en uno de esos alardes de sinceridad que tanto nos gustan. Pues no vamos a llevarle la contraria en esto.