Terrible resaca. Colin Farrell es hoy una de las grandes estrellas de Hollywood. El actor lleva mucho tiempo en la cresta de la ola, pero no siempre fue así. Una de las cintas que sirvió para que alcanzase tal estatus fue Minority Report. La película de Steven Spielberg se convertía en un exitazo. Eso sí, por aquel entonces no había tantos miramientos con él.
Colin Farrell cumplía años. El muy iluso creía que iban a darle el día libre por ello. Nada más lejos de la realidad. El intérprete era convocado a rodaje después de pasarse toda la noche de celebración. Más que de resaca, todavía seguía borracho. ¿El resultado? Pues que el actor necesitaba casi 60 tomas para decir una frase.
“Podía dormir dos horas y rodar 14 sin fallar una sola línea. Siempre he sido bastante profesional. Por eso aquel día me iba frustrando de forma especial”. Y es que esos patinazos teniendo a Spielberg delante deben ser complicados.