Ahora ya caen todas las caretas. Hace unos años, Warner y DC sorprendían a todo hijo de vecino al anunciar el despido de Zack Snyder después de ver el primer montaje de Liga de la Justicia. El resultado no gustaba en absoluto, de modo que le ponían 70 millones de dólares adicionales en la mano a Joss Whedon (Vengadores) para reflotar la cosa. Una historia conocida por todos y que no deja de escribir nuevos episodios.
Liga de la Justicia resultaba un desastre de crítica y público. El trabajo de Whedon no resultó satisfactorio para nadie. Además, resultaba de lo más sorprendente que las estrellas de la película pronto empezasen a pedir que el Snyder Cut viese la luz. Todos se posicionaban en favor de la versión inicial de la película y del director despedido, hasta el punto de que su presión ayudaba en gran medida a conseguir que la cinta original se haga realidad (HBO Max, septiembre de 2021).
Poco a poco empezaban a surgir comentarios contra el trabajo de Joss Whedon y, sobre todo, contra Warner en días de reshoots. Ray Fisher era el primero en apuntarlo. Eso sí, pocas voces tan contundentes y llamativas como la de Jason Momoa.
“Hay que detener esta mierda y tenemos que hacer caso a Ray Fisher y a cualquiera que haya experimentado lo que pasa bajo la mirada de Warner Bros. Hay que investigarlo en condiciones. Creo que está mal que se publiquen otras cosas tratando de distraer la atención de Ray Fisher hablando sobre la forma de mierda en que nos trataron en los reshoots de ‘Liga de la Justicia’. Ocurrieron cosas graves. Hay que investigarlo y alguien tiene que rendir cuentas por ello”. Durísimas acusaciones por parte de un Aquaman que no se muerde la lengua.