Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, gracias sobre todo a su gerente Itzhak Stern (Ben Kingsley), también judío. Pero conforme la guerra avanza, Schindler y Stern comienzan ser conscientes de que a los judíos que contratan, los salvan de una muerte casi segura en el temible campo de concentración de Plaszow, que lidera el Comandante nazi Amon Goeth (Ralph Fiennes), un hombre cruel que disfruta ejecutando judíos. Y en medio de todo, como si de pequeñas pinceladas se tratase, una niña con un abrigo rojo.
“Para poder apreciarla, espera a verla a los 18 años”. Cuando Steven Spielberg se sacó de la manga esa maravilla titulada La Lista de Schindler, sabía que la pequeña Olivia Dabrowska no debía ver la terrorífica obra de la que había formado parte hasta dentro de un buen tiempo. La niña tenía tres años y se acababa de convertir en una de las imágenes más icónicas de la historia del séptimo arte: La pequeña judía del abrigo rojo.
Tenía tres años al momento de rodar La lista de Schindler. Olivia Dabrowska es el nombre de una actriz polaca que tuvo una relación complicada con la cinta. Y es que, desoyendo el consejo de Spielberg, decidió verla a los 11 años, mostrando un profundo rechazo hacia la obra durante mucho tiempo. Hoy, cumplidos los 30, es una mujer orgullosa del legendario papel y que luce así.