Prometía ser una de las grandes series del año. Una enfermera de una institución mental se vuelve hastiada, irascible y un verdadero monstruo para sus pacientes. En los años 40, Mildred Ratched se traslada al norte de California para conseguir un trabajo en un hospital psiquiátrico pionero en la aplicación de nuevos e inquietantes experimentos con la mente humana. Mildred se presenta como la imagen perfecta de lo que debería ser una enfermera pero, a medida que empieza a trabajar en el sistema de salud mental y con aquellos que están dentro de él, se descubrirá que su elegante exterior oculta una oscuridad que va creciendo en su interior y que lleva ardiendo durante mucho tiempo, revelando que los verdaderos monstruos se hacen, no nacen.
Efectivamente, el acercamiento a la historia de la odiada enfermera de Alguien voló sobre el nido del cuco desprendía un descomunal aroma a exitazo. Sarah Paulson y Judy Davis son las dos grandes protagonistas de Ratched, una serie magníficamente interpretada y con una puesta en escena seductora y cuidada, pero cuyas virtudes no van mucho más allá.
A pesar de pregonar a bombo y platillo el lanzamiento de la nueva serie de Ryan Murphy (la antología de American Horror, la de American Crime, Pose, Hollywood, Nip/Tuk…), lo cierto es que estamos ante la ficción mas pobre del genial creador. Errática en muchos momentos, Ratched camina sin terminar de seducirnos. Y es que, pese a quedar lejos de ser un desastre, la sensación constante es la de estar ante un producto que nunca alcanza su máximo potencial. Una pena.