La vida del Dr. Stephen Strange cambia para siempre tras un accidente automovilístico que le deja muy malheridas sus manos. Cuando la medicina tradicional falla, se ve obligado a buscar esperanza y una cura en un lugar impensable: una comunidad aislada en Nepal llamada Kamar-Taj. Rápidamente descubre que éste no es sólo un centro de recuperación, sino también la primera línea de una batalla en contra de fuerzas oscuras y ocultas empeñadas en destruir nuestra realidad. En poco tiempo, Strange, armado con sus poderes mágicos recientemente adquiridos, se ve obligado a elegir entre volver a su antigua vida de riqueza y prestigio o dejarlo todo, para defender el mundo como el mago más poderoso del planeta.
Pese a que hace unos meses no era demasiado conocido por el gran público, Doctor Extraño ha sido la última y acertada incorporación al Universo Cinematográfico de Marvel. El personaje ha resultado un auténtico descubrimiento, especialmente por el buen hacer de ese fenómeno interpretativo llamado Benedict Cumberbatch. Como viene siendo habitual, el actor derrochaba carisma y talento en beneficio de un personaje llamado a convertirse en epicentro de cara a los futuros planes de la Casa de las Ideas. Casi resulta impensable imaginar que, en un primer momento, Marvel decidió apostar por otro actor.
Cierto es que se nos hace difícil imaginar un Stephen Strange distinto a Cumberbatch, pero la verdad es que la primera opción para el papel tampoco se quedaba corta. Ryan Gosling era el actor elegido por la compañía para meterse en la piel del personaje. Eso es lo que hemos descubierto gracias a dos concept art de la película diseñados por Court Chu en las fases iniciales del proyecto y que ha publicado en su blog.
“Trabajé, ni siquiera un día, en alguna versión de ‘Doctor Strange’ años atrás, entonces querían a Gosling”, declaraba el artista. ¿Habría sido una buena elección la de Ryan Gosling?